Después de preparar el terreno para los canteros, cuidar las plántulas, elegir el lugar adecuado para trasplantarlas, regarlas adecuadamente, obtener la mejor materia orgánica y hacer un seguimiento riguroso para que no haya causa parasitaria, lamentablemente el árbol no da frutos. Aqui te vamos a decir los motivos.
9 Motivos por que tu árbol frutal no da frutos
1 – La Escasez de nutrientes: es uno de los motivos por los que el árbol no da frutos, por lo que es primordial asegurarse un aporte apropiado y suficiente de materia orgánica para cada etapa del árbol.
2 – El Clima: las heladas o Los cambios bruscos de temperatura pueden hacer que el árbol no dé frutos. Por lo tanto, cultive plantas y árboles autóctonos adaptados al clima y evite las especies de otros climas.
3 – El Exceso de nutrientes: adquiere unos medidores de nutrientes para analizar el suelo, detectar el exceso, y controlar este problema.
4 -El Exceso de nitrógeno: un exceso de este elemento puede acarrear producciones mucho más tardías, producir un crecimiento abundante de las hojas y una menor floración y fructificación.
5 – Falta de luz: la luz solar es elemental para que el árbol produzca frutos y si no recibe la cantidad que precisa, puede que el árbol no fructifique.
6 – Podredumbre en las raíces: si has regado la tierra en exceso o tienes problemas con el drenaje y, por ende, hay una acumulación de líquido en las raíces, el árbol no dará frutos.
7 – Falta de polinización: sin insectos no habrá frutos en el árbol, por lo que tendrás que colocar plantas de colores atractivos a su alrededor para atraer a los insectos polinizadores.
8 – Hongos: Puede ser que haya muchos hongos que atacan las flores y no permiten que se desarrollen los frutos. Cuida el riego y trata de estar pendiente de los árboles.
9 – El Tiempo: Algunos árboles tardan muchos años en dar sus primeros frutos. Por tal motivo, es fundamental que conozcas los ciclos y las necesidades de aquellos árboles que tienes en el jardín.
Consejos para tus arboles frutales en macetas
Aunque no son muy diferentes a los que les daríamos si estuvieran en tierra, hay que tener en cuenta una serie de cosas para que no tengan problemas. Para obtener ejemplares sanos y garantizar así una excelente cosecha, es necesario cuidarlos respetando los ciclos naturales que tiene cada árbol.
Riego
El riego es muy importante para todas las plantas, ya que es gracias al agua que sus raíces pueden absorber los nutrientes de la tierra. Dependiendo de la climatología del lugar, regaremos más o menos frecuentemente. Generalmente, se regará 2-3 veces por semana en verano, y 1 o 2 el resto del año.
Los árboles frutales temen el encharcamiento, por lo que es necesario comprobar la humedad del suelo antes de regar. Así, introduciremos un palito de madera fino en el fondo y luego lo extraeremos para ver cuánto sustrato se le ha adherido: si es demasiado, no será necesario regar; En cambio, si sale casi limpio, habrá que regarlo.
El agua con la que regamos tiene que ser sin cal. Lo más recomendable es la lluvia, pero no todos podemos almacenar lo suficiente para nuestras plantas, pero eso no es problema. De hecho, simplemente llene un balde con agua del grifo y déjelo reposar durante la noche para que los metales pesados se asienten en el fondo del balde. Al día siguiente tendremos agua para nuestros árboles frutales.
Otra opción es regar con agua mineral, es decir, aquella que nosotros bebemos, o acidificada. Para conseguir esta última tienes que echar el líquido de medio limón a una botella de 1l llena de agua. De esta manera, además, evitarás que el frutal tenga falta de hierro.
Ubicación
Muy fácil: en una zona donde reciban la luz solar a ser posible todo el día. Necesitan sentir el sol para poder crecer sanos y fuertes, y también para que sus frutos maduren correctamente. Ahora bien, hay algunos que se adaptan bien en lugares con semisombra, como los limoneros o los naranjos, siempre que estén ubicados en una zona muy luminosa.
No podemos olvidarnos del viento. Aunque van a estar en maceta, el viento sigue siendo uno de los principales problemas que tiene el/la jardinero/a. Si sopla flojo no pasa nada, pero si sopla con mucha intensidad y durante muchos días seguidos… hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de cultivar frutales, ya que si bien no les hará daño, sí que podrían tirarlos al suelo, romperles algunas ramas, o haciendo peligrar la cosecha. Una manera de protegerlos es poniéndoles uno o dos tutores, y colocarlos donde el viento no les dé directamente, por ejemplo, detrás de un seto alto del jardín.
Sustrato
Las plantas necesitan un suelo donde poder crecer y desarrollarse. Cuando se trata de cultivarlas en maceta es imprescindible escoger un buen sustrato, como 60% turba negra + 30% perlita + 10% humus de lombriz. Para mejorar aún más el drenaje, pon antes de nada una capa de greda volcánica. Así, las raíces estarán siempre aireadas, consiguiendo que el agua que han absorbido llegue al tronco y posteriormente a las hojas.
Además, los árboles frutales en maceta necesitan tener todos los nutrientes y minerales posibles. Solo así conseguiremos que podamos degustar deliciosas frutas. Por eso, siempre debes usar un sustrato nuevo y cambiarlo en cada trasplante.
Abono
Ya tenemos un sustrato fértil y poroso, pero aún podemos hacer algo más para que nuestros frutales no tengan que preocuparse por nada: abonarlos.
Dado que estamos hablando de plantas cuyos frutos se destinarán al consumo humano, es muy recomendable que utilicemos fertilizantes naturales, que se pueden comprar en viveros y/o tiendas agrícolas, o hacer en casa. Humus de lombriz, estiércol, guano, cáscaras de huevo, compost, hay infinidad de cosas que sirven de abono.
Pero eso sí, si decides y los abonas con guano, debes seguir las indicaciones que especifique el envase, ya que es el único abono natural capaz de perjudicar a las plantas si nos excedemos con la dosis; por otra parte, es el que tiene efecto más rápido.
