Cuidados importantes de la Cuna de Moisés, Espatifilo o Bandera Blanca

La cuna de Moisés o Espatifilio es una planta herbácea, perenne, de la familia de las Araceae, es originaria de la zona tropical de América, Malasia, México y Pacífico oeste.

Tiene hojas en forma de lanceolato y sus flores se agrupan en una inflorescencia que a veces es más grande que las propias hojas.

La cuna de Moisés puede alcanzar hasta 60 centímetros de altura y su nombre común fue dado por la forma de las hojas, similar a la forma en que la Biblia describe, la canasta en la que Moisés fue colocado en el río Nilo.

Es una planta que se encuentra en muchas casas de todo el mundo y que, si cuidamos bien, puede durar muchos años.

Se suele utilizar como planta ornamental interior, pero cumple un papel mucho más importante dentro de nuestros hogares y hogares, que describiremos más avanzados.

Nombres comunes: Cuna de Moisés, Bandera Blanca, Espatifilo, Bandera Blanca, Cala, Lirio de Paz

Nombre científico: Spathiphyllum

Vídeo cuidados de la cuna de Moisés

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Cultivo de la cuna de Moisés

Esta planta, eminentemente de interior, debe sembrarse en una maceta, con luna creciente y colocarse en un lugar con mucha claridad pero donde no reciba la luz del sol directamente. La mejor ubicación sería colocarla entre sol y sombra.

Necesita humedad para crecer, pero nunca encharcamiento. Debemos asegurarnos que el sustrato en el que la hemos plantado, se mantiene húmedo para que la planta pueda consumir todo el agua que necesita, pero que al mismo tiempo le proporciona un buen drenaje.

Al no ser una planta exigente, un sustrato normal compuesto por arena, mantillo y turba, es suficiente para que se desarrolle bien

La temperatura para que crezcan estas cunas de Moisés debe estar por encima de los 15°C y la ideal sería entre 21°C y 25°C.

Las flores y hojas de la Cuna de Moisés, crecen directamente de las raíces, por lo que es una planta que no tiene tallo.

La primavera es la época del año en la que la planta se reproduce, y lo hace por división (hijos o descendientes), pero también es posible hacerlo por semillas.

Es entonces cuando debemos trasplantarlo a un container un poco más ancho, pero no mucho, ya que las raíces se sienten bien en macetas apretadas.

Si nuestra planta se desarrolla bien, está sana y no muestra señal de necesitarlo, no la trasplantes. Estar ubicada en un lugar idóneo para ella es lo mejor.

Riego de la cuna de Moisés

La Cuna de Moisés necesita mucha humedad,

como ya hemos dicho, pero no inundaciones que podrían pudrir sus raíces. Existen varias formas de regar la planta que favorecen un buen crecimiento, pero no aconsejamos rociar demasiado sus hojas porque puede favorecer la aparición de hongos en ellas.

Una buena forma de regarlas es meterlas en un cubo con agua, solo por un momento y sin que el agua toque las hojas. De esta manera el suelo permanecerá húmedo y la planta podrá conseguir todo lo que necesita. Hacerlo dos veces por semana será suficiente y siempre teniendo en cuenta la temporada en la que nos encontremos, ya que debido al clima, el riego varía:

Durante el invierno, tendremos que regar nuestra planta con mucha menos frecuencia que en verano. Lo mejor es hacer esto solo cuando las hojas estén un poco de encaje y notemos el sustrato seco. Con esto, le daremos a la planta su «descanso invernal» y nos aseguraremos de que toma todos los nutrientes necesarios del suelo en el que está plantada, hasta que llegue la vera.

Por supuesto, en primavera y verano, habrá que regar con más frecuencia y asegurarnos de que la tierra siempre está húmeda (no encharcada).

Si vives en un lugar frío o tienes calefacción que has de mantener encendida durante las épocas frías, puedes utilizar un humidificador en la habitación en la que tengas tu Cuna de Moisés (o cualquier otra planta tropical) para así mantener la humedad ambiental necesaria.

Comprobando a diario el estado de las hojas y tocando la tierra para comprobar que no se ha secado, conseguiremos que crezca sin problemas.

Cuna de Moises cuidados

Como hemos dicho en la introducción, la Cuna de Moisés no es una planta que demande demasiados cuidados, pero es necesario tener en cuenta algunos factores importantes para que se desarrolle sin problemas: riego adecuado (de lo que os hemos hablado ya en el punto anterior), iluminación necesaria, temperatura y humedad constantes, limpieza de sus hojas y cambio de maceta.

Luz

Con respecto a la iluminación, hemos de deciros que el sol directo puede quemar sus hojas y estropear la planta. Hay que tener en cuenta que, al principio, es posible que no elijamos el mejor lugar dentro de casa para que la planta se desarrolle pero eso se soluciona fácilmente, cambiándola de lugar.

Es bueno tener en cuenta que, además de la humedad  y la claridad, es importante que el lugar donde ubiquemos la planta no sufra corrientes de aire o tenga cambios repentinos de temperatura.

Es posible que tu casa no sea demasiado luminosa pero, incluso así, podrás beneficiarte de la Cuna de Moisés aunque, es posible que, sin la claridad suficiente, la planta no proporcione flores.

Sobre la limpieza y el intercambio de marihuana, debes saber que cada primavera es el momento de cambiar la maceta y agregar fertilizante con agua de riego cuando comiences a tirar flores. En cuanto a la limpieza, con un paño condenado en agua, las hojas deben limpiarse de polvo para que las medias no estén cubiertas y la planta pueda realizar bien la fotosíntesis. Esta acción también aumenta la hidratación de nuestra Cuna de Moisés.

Por último, te aconsejamos que utilices un abono natural, preferiblemente líquido, como el té de plátano, para asegurarte de que tu planta tenga los nutrientes necesarios.

Enfermedades y plagas de la cuna de Moisés

No es una planta que se caracterice por tener muchas enfermedades o plagas; es más, con un buen mantenimiento, observación y cuidados, podremos tener nuestro espatifilo durante muchos años totalmente sano.

De todas formas, os vamos a dar unas pautas para recuperar la salud de vuestra planta si ésta presenta un aspecto desmejorado:

Enfermedades de la cuna de Moisés

Si se le secan las hojas por los extremos, es posible que nos hayamos pasado con el abono. Lo que hay que hacer es dejar de hacerlo hasta que se haya recuperado y tener cuidado en el futuro para que no se nos vaya la mano.

Si la planta no florece, es muy posible que el lugar en el que la tengamos colocada, no le proporciones la iluminación necesaria. Si la cambiamos a un lugar mejor, se solucionará. También podría ser por falta de nutrientes (lo que también podemos arreglar añadiéndoselos) o, quizá, porque en tu vivienda no entra luz suficiente. Es este último caso no tendrás flores pero sí todos los demás beneficios de tu Cuna de Moisés.

Si se le empiezan a marchitar las hojas, es casi seguro que necesita agua porque no tiene suficiente humedad. Aportándole la dosis de agua necesaria, veréis que la planta se recupera enseguida.

Si, por casualidad encontráramos que tiene hongos (quizá por riego excesivo) podemos combatirlos espolvoreando canela sobre la planta.

Plagas de la cuna de Moisés

No suelen sufrirlas pero, de darse, sería probablemente por ácaros o pulgón. Estos molestos animalitos provocan que las hojas se vuelvan amarillas y con manchas marrones, como sin vida. Podemos combatirlos preparando un insecticida natural a base de alcohol, ajo, cebolla y vinagre. Mezclamos todo, a partes iguales, lo trituramos, lo colamos y colocamos en un pulverizador para rociar con él la planta. También es muy útil el aceite de Neem.

Beneficios y contraindicaciones de la cuna de Moisés

Beneficios:

Regula el exceso de humedad ambiental y purifica el aire de nuestras viviendas al transformar el CO(dióxido de carbono) en O2 (oxígeno); pero, además, es una de las diez plantas que mejor filtra las sustancias nocivas que se encuentran en el ambiente y son perjudiciales para nuestra salud. Sustancias como acetona, benceno, formaldehído… y muchas otras, que nos rodean debido al uso y abuso que hacemos de barnices, detergentes, lacas, pinturas, etc. También las personas que trabajan en fábricas, invernaderos, fumigando, abonando y muchos otros empleos, regresan a casa con partículas que se quedan en el ambiente y son perjudiciales.

Es una compañera perfecta en nuestro hogar, que nos proporciona un aire limpio, decora el lugar en el que la coloquemos y no demanda demasiados cuidados.

Cuna de Moisés resumiendo

La Cuna de Moisés es una planta de origen tropical.

Hay que mantener el suelo siempre húmedo, cambiar la maceta en primavera (cuando creció y después de la floración) y variar la ubicación de colocación inicial si vemos que no crece adecuadamente, hasta encontrar el lugar ideal donde encontrar unos 20ºC de temperatura media, ligero, pero no directo y esté alejado de las corrientes.

Es una planta eminentemente de uso decorativo, pero que cumple una importante y beneficiosa misión en nuestros hogares, la de convertir el CO2 en O2 y filtrar el aire que respiramos para limpiarlo de muchas partículas nocivas.

El único problema que nos puede poner es que alguien se coma un pedazo, porque no es una planta comestible, sino tóxica, pero, vamos, ¡nadie ni nada es perfecto! ¿verdad?

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