Aplicalo en tu orquidea para una floración abundante

Ninguna casa o jardín está completo sin orquídeas. Podrás disfrutar de un gran número de ellos (¡hasta 600 géneros y más de 30.000 especies!).

Sin embargo, muchos lo consideran un cultivo bastante complejo, con muchas variables a controlar. Si tienes algo de experiencia, cultivar orquídeas te llevará al siguiente nivel y podrás disfrutar de infinitas macetas de coloridas orquídeas repartidas por toda la casa.

En efecto. Ten en cuenta que no todas las razas requieren los mismos cuidados. Las que solemos comprar en cualquier vivero o floristería suelen ser sencillas y las más fáciles de cuidar.

1: Cáscaras de huevo – Aporte de calcio

Podemos utilizar los restos de la cáscara del huevo para darle una segunda vida, que nutre nuestras orquídeas con calcio y magnesio.

El calcio es un elemento esencial para el desarrollo de las orquídeas, pero el agua de riego no siempre es suficiente.

Para sacar el máximo partido a las cáscaras de huevo de nuestras orquídeas, debemos triturarlas y hacerlas lo más pequeñas posible.

Un mortero es la herramienta perfecta para conseguir la textura polvorienta que necesitamos. Dicho polvo eventualmente se puede espolvorear sobre el sustrato en el que las plantemos. El agua de riego transferirá estas cáscaras de huevo en polvo a las raíces.

2: El agua del cocción  de Patatas, el agua de arroz y otros ingredientes

Mientras no usemos sal añadida, ya que eso significaría la muerte de nuestras orquídeas, el agua de cocción es una gran fuente de nutrientes y vitaminas que las plantas pueden utilizar.

Lo más común, sin embargo, es que podamos cocinar arroz, pasta o patatas añadiendo sal para que, en contados casos, podamos utilizarla como alimento para nuestras plantas.

Por mucha sal que contenga, bajo ningún concepto debemos utilizarlo para regar las plantas ya que supone la muerte por estrés salino en pocos días.

3: Bolsitas de té utilizadas

Para los que estamos acostumbrados a tomar nuestro té todos los días, tenemos una gran oportunidad de aprovechar unos nutrientes que casi siempre acaban en la basura.

Para usarlos simplemente rompemos la bolsa y los espolvoreamos sobre el sustrato. Una bolsita de té por maceta cada 15 días ayudará a fortalecer las raíces de la planta y estimulará el crecimiento de las orquídeas.

4: compost de residuos de cocina

Los restos de vegetales de la cocina se pueden usar para nutrir las plantas, ya que algunos contienen fuentes de nutrientes de nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes.

Los productos que puede usar incluyen granos de café, cáscaras de frutas y vegetales.

En particular, las cáscaras de plátano, cuando se convierten en abono, se pueden usar para proporcionar las altas cantidades de potasio que necesitan estas plantas.

5: NPK líquido

Los nutrientes químicos provistos son los nutrientes líquidos más convenientes y deben usarse en pequeñas  cantidades.

Esto se debe a que las orquídeas son plantas sensibles a la salinidad, por lo que no debemos darle demasiada.

Por lo tanto, muchos de estos fertilizantes comerciales para orquídeas contienen extractos de plantas o sustancias orgánicas que pueden aliviar a las plantas del estrés salino.

También dispones de sustrato para orquídeas especialmente diseñado para trasplante y crecimiento en primera etapa.

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